Obra obligada a supervisión al improvisar déficit laboral

Obra obligada a supervisión al improvisar déficit laboral

Déficit de personal en obra dio paso a la improvisación 

                                               Por Javier Claudio

            Dos vertientes nuevas aparecen en torno a la obra, las que deben obedecer a un cuidado de supervisión; la improvisación de la mano de obra ante la falta de albañiles y el apurado excedente de demanda de construcción que priva en la ciudad.

            “Creemos que casi hemos solventado la falta de albañiles, pues de alguna manera se ha cubierto el déficit, peor en su mayoría son personas que poco o casi nada conocen de lo que es pala y cemento”, dijo Manuel de Jesús Palacio, encargado de una obra,

Señaló que, tras la preocupación entre constructores por el cumplimiento de obra debido al marcado faltante de trabajadores, finalmente se resolvió, pero tras ello ahora la “piratería” de mano de obra, como una medida incómoda para salvar cumplimientos.

            El empleado de la empresa adherida a la Asociación de Constructores, expuso que entre el faltante predominante de personal de construcción se recurrió a la “habilitación”, pues fue muy difícil conseguir operadores de maquinaria, albañiles, jornaleros, carpinteros y plafoneros.

            Indicó que el primer problema al que se enfrentó fue el incumplimiento de obra, debido esto al déficit de trabajadores y sin embargo ahora se está consciente que tenemos que supervisar bien los trabajos.

            “Es cuestión de responsabilidad y profesionalismo de cada empresa constructora vigilar cada obra donde se haya tenido personal nuevo o improvisado, con la finalidad de evitar cualquier riesgo y asegurar la calidad”, comentó.

            Acerca de la “piratería” de la mano de obra, dijo esto surge también del préstamo de personal entre las constructoras, con el consabido pago, pero en otros casos dejan la empresa para la que trabajan y se van a otro por incentivos.

            Afirmó que de manera inmediata se recurrió a ciudades cercanas como Ciudad Anáhuac, Miguel Alemán, Camargo y Sabinas, Nuevo León, como las fuentes alternas para contratar personal de construcción, no sin antes dialogar con los sindicatos.