Comidas de periodo de Cuaresma son aliadas de alimentación sana
Por Javier Claudio
La recién iniciada temporada de Cuaresma, permite abrir un abanico de ofrecimiento para mejorar la salud debido a que el menú los dominan una serie de platillos típicos que está respaldados con alimentos sanos y diferentes a los comunes.
Esta determinado que se abre una excelente oportunidad para adquirir hábitos de alimentación saludables, toda vez que el menú que se procura en esta temporada la gran mayoría de las familias mexicanas, disminuye la ingesta de productos de origen animal.
De acuerdo a un boletín difundido la coordinadora de Nutrición y Dietética del Hospital General de Zona No. 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo Laredo, los alimentos de Temporada de Cuaresma, son sinónimo de mejora alimenticia
Destaca el comunicado que estudios nutricionales han determinado que las comidas cotidianas contienen una mayor cantidad de grasa y colesterol, y aumenta los alimentos de origen vegetal, no así de pescados y mariscos, que son fuente importante de Omega 3.
En estos tiempos donde remarca la buena alimentación, la temporada de Cuaresma es una excelente oportunidad para generar hábitos y mejorar la salud, al predominar la ingesta de salmón, atún, trucha, frutas, verduras, frijol, garbanzo y lentejas, sin capear, freír o empanizar debido al alto contenido de grasa, siempre son una opción saludable para consumir durante todo el año.
Cita la circular que una buena opción es cocinarlos en papel aluminio y combinarlos con verduras como jitomate, cebolla, champiñones o rajas de chile, para que no pierdan la calidad de las proteínas que contienen.
“Así también es el caso de la preparación de los chiles rellenos, “en lugar de ser capeados, deben prepararse al horno o en caldillo de jitomate para no impregnarlos de aceite”, lee el texto.
La alimentación balanceada ayuda a la población a evitar problemas de salud como las dislipidemias (colesterol y triglicéridos altos) que van dañando las paredes de las arterias, factor de riesgo para un infarto al corazón o derrame cerebral.