El equipo de Houston venció a los Phillies de Philadelphia con una pizarra final de 4-1 que les dio su segundo anillo de serie mundial en la historia de la franquicia, consiguiendo así un título de consolidación como una de las ultimas grandes dinastías de la MLB.
El panorama era inmejorable para los Astros, pues su abridor Framber Valdez entraba a la lomita de lanzamientos con la posibilidad de ganar el juego 6 y liquidar la serie.
A pesar del lento inicio de juego, los Astros pudieron conseguir la ventaja final que les valió el campeonato ante unos Phillies que en todo momento demostraron resiliencia, sin embargo no pudieron concretar el último objetivo.
Kyle Schwarber le daba la ventaja a los Phillies en la parte alta de la sexta entrada, sin embargo un cuadrangular de tres carreras de Yordan Álvarez le daba la ventaja a los locales que los ponía a unos cuantos outs de terminar con la serie.
Con este triunfo, los Astros consiguen consolidarse como uno de los equipos más trascendentales del último lustro, dando aún más argumentos para “limpiar” su nombre tras él escándalo del robo de señas en su anterior título en 2017.
